¿Quién se perjudica?

Sin visos de solución la suspensión de clases en los estados más atrasados y pobres del país sigue adelante, luego de que las prebendas que durante años tuvo la CNTE así como su autogobierno, les fueron retiradas. La CNTE  era quién daba y quitaba plazas a su antojo, y los profesores nunca tuvieron que evaluarse para ver sus capacidades, así como si tenían, o no, el nivel académico para estar frente a un grupo.

La CNTE no toma en cuenta que estos niños, que actualmente cursan, o deberían cursar, la instrucción primaria y secundaria, en su edad adulta necesitarán trabajo y este será de acuerdo a su preparación y a sus aptitudes, pero solo han podido estar en las aulas durante menos de la mitad de su año lectivo, en virtud de las huelgas recurrentes de sus maestros, difícilmente podrán tener buenos empleos o bien ser pequeños o medianos empresarios. Por lo que se ve, los próximos profesores egresados de normales rurales, se han "especializado" en el secuestro y quema de camiones, pues actualmente tienen en su poder más de 200 camiones de pasajeros que utilizan para desplazarse, y cuando se aburren los queman "en protesta" porque no les dan plazas automáticas, pues tampoco se sienten aptos para presentar exámenes para obtener su plaza.

En el pasado, los gobernadores endosaban a la SEP, en la ciudad de México, el problema de las manifestaciones, financiando los movimientos, y con eso podían contratar los camiones que los llevaban a la capital a protestar, y como las nóminas estaban en manos de los sindicatos, se les pagaba aún estando en huelga y dedicándose a protestar. Esto actualmente no ha cambiado mucho, pues a pesar de que se ha tratado de recuperar la capacidad de gestión por las autoridades educativas, no se han decidido a dejar de pagar a los que no están trabajando frente a grupo.

Esto ahora se han diversificado, pues en grupos disciplinados y en un plan maestro, se dedican a bloquear las carreteras e incluso las vías del ferrocarril, y más aún, en sus bloqueos a los centros comerciales y centros de las ciudades han hecho que comercios de toda magnitud, se vayan a la ruina, pues con estas actitudes los han obligado a cerrar, con la agravante de que en algunos casos se ha desatado el pillaje. Todo esto se ha desarrollado ante la pasividad de la autoridad. Tal parece que la actuación de la CNDH así como los eventos de Nochixtlán los paralizaron, y ahora se ven maniatados para actuar. Esto ya lo percibieron los revoltosos, y ahora la actuación de la autoridad deberá de ser más estricta y con costos más altos, conforme pasa el tiempo.

Afortunadamente los maestros de Michoacán y Guerrero han entendido que a través de las mesas de negociación se consigue más que quemando los bienes de otros, y desquiciando la economía de los estados; lamentable es el no respetar el derecho de los niños y niñas a la educación, aunado a ello la desesperación de los padres de familia que ven como se va deteriorando la educación que ellos quieren para sus hijos, sobre todo cuando ven que hay escuelas privadas, y algunas públicas, que sí están impartiendo clases, lo cual deja en desventaja a sus hijos. Es obvio decir que la mayoría de padres de familia no tiene recursos para pagar escuelas de educación privadas para sus hijos.

Hoy el país está pendiente de el tratamiento que se dé a la solución de este problema, el cual ya costó vidas y muchos millones de pesos de los impuestos de los que si trabajan.